Federico Ortega D.-

Maiquetía se convirtió durante las dos primeras décadas del siglo XX en una pequeña ciudad pujante y  con un desarrollo económico y social intenso cuando los comerciantes radicados en La Guayra comenzaron a mudarse a esta localidad, que hasta pocos años antes había sido una aldea bucólica y tranquila dedicada a la agricultura en sus haciendas.

Estos comerciantes van a construir sus viviendas en Maiquetía  donde el clima es más amable y fresco que el de La Guayra, pero al expandirse esta población exige servicios, tiendas y comercios para surtirse. Así comienzan a abrir pulperías como “Las Dos Américas”, panaderías como la “Marcou”, quincallas, canastillas, el mercado principal, carpinterías, herrerías y cordelerías, hacia el descampado del oeste
pero todo el comercio se estaba concentrando en el casco de la ciudad, así que comienzan a extenderse hacia el oeste y llegan hasta Pariata donde las instalaciones del ferrocarril Caracas-La Guayra ya tiene talleres, depósitos y oficinas.

Sin pausa se levantan las fábricas de vidrio, la de Cerveza y Malta Maiquetía, la de velas esteáricas, jabón, la famosa planta de colitas, Cristal Spring y la planta de soda cáustica llamada popularmente

“La Química”, una de las más importantes. En el pueblo de Mare Abajo se instala la fábrica de materos y bateas, y el horno de cal, ambos de la familia Torres. Para atender las exigencias comerciales abren agencias bancarias, aduanales, de transporte y almacenes.

Maiquetía se convierte en ciudad y centro de todo el movimiento comercial del entonces departamento Vargas y se escuchan de nuevo las voces que exigen la autonomía municipal.